Los Scouts aprenden habilidades prácticas y blandas que son invaluables durante las crisis humanitarias, desde establecer refugios y cocinar al aire libre hasta colaborar en equipos, practicar el diálogo y más.
Ayudan a desarrollar la resiliencia y la preparación a través de la educación, capacitan a los respondedores voluntarios y fortalecen las capacidades de sus Organizaciones Scout Nacionales